En nuestro V Café Filosófico planteamos la cuestión a tratar desde dos ámbitos diferenciados, ámbitos que pudimos ver desde la propia pregunta propuesta por las y los asistentes:
1. ¿Tiene la escucha ritmos? ¿Son estos ritmos positivos o negativos? ¿Tenemos nosotros ritmos y estos interfieren en la escucha? ¿También mi apatía, mi ideología, mis emociones impiden que mi escucha tenga un ritmo adecuado para con el otro?
2. ¿Qué es el Otro? ¿Quién puede ser un Otro? ¿Qué características tiene el Otro? ¿Qué puede hacerme escucha o no escuchar al Otro?
La conversación se torno interesante desde el primer momento en el que comenzamos planteando la escucha ya que entendimos que hay distintos tipos de escucha, seguramente provocadas por distintos tipos de ritmos e intenciones. Vimos que la escucha puede ser solidaria, educada, indiferente, comprometida, etc. Y que en el medio donde se produce la escucha existe el ya reconocido ruido. Que lo denominamos a todo aquellos que enturbia o limita a una escucha activa al otro.
De ahí también nos preguntamos por qué no queremos escuchar al que piensa como yo, por qué los grupos políticos o los ciudadanos en lugar de escuchar a su ideología tradicionalmente querida, por qué no acude a otros grupos para ver qué tienen que decir. También señalamos como ruido toda acción que sea de ser quien aplaude lo que otro compañera/compañero de partido dice sin planteárselo o ponerlo en contraste con lo que dice otra formación política.
De ahí también nos preguntamos por qué no queremos escuchar al que piensa como yo, por qué los grupos políticos o los ciudadanos en lugar de escuchar a su ideología tradicionalmente querida, por qué no acude a otros grupos para ver qué tienen que decir. También señalamos como ruido toda acción que sea de ser quien aplaude lo que otro compañera/compañero de partido dice sin planteárselo o ponerlo en contraste con lo que dice otra formación política.
Tras esto, acudimos a la perspectiva del Otro. Nos era casi necesario acudir a Levinas ya que él mismo, de sus propias tesis, acude un "rostro" que no es otra cosa que el apéndice ético que nos cuestiona nuestra actuación frente al Otro. "¿Qué hacer cuando hay un Otro?" fue una de las preguntas que más cerca tuvimos durante toda la actividad.
Además, fuimos clarificando que un Otro puede ser cualquier que está en una situación de desventaja frente al poder hegemonico. Así, un obrero frente a su patrón, una mujer frente al machismo, un estudiante frente a su profesor, un emigrante que acude a un país culturalmente distinto, etc.
El otro puede ser cualquiera, incluso nosotros según el contexto, por eso se nos hacía tan importante poner ciertos ejemplos de cómo uno se siente siendo un Otro y así lo hicimos.
Por último, llegando ya a la hora y media de actividad, elegimos temática para el último Café Filosófico de esta temporada que tendrá lugar en mayo (día por determinar) y que votado por mayoría:
¿Hay gente mala?
En nuestro VII Sesión de Filosofía para Niños acudimos al cuento titulado Sin Palabras de Roger Olmos que recoge de una manera hermosa cuáles son los tratamientos que tenemos frente a los animales.
Curiosamente, y pese a lo que se comentó al principio, no parecemos estar en la cima de la cadena alimenticia, de hecho vimos muchos otros animales que podrían comernos sin ningún tipo de reparo y ante los que nosotros no podemos defendernos a no ser que tengamos algún arma (y no vamos armados por las calles), ¿por qué sentirse entonces tan superior entonces a todos los animales?
Durante el visionado del libro fuimos comentando distintas situaciones, algunas de ellas ni conocíamos, ante las que parece haber un abuso hacia los animales o una contradicción:
-¿Por qué las orcas viven en espacios tan pequeños?
-¿Por qué amamos a los animales domésticos y a los salvajes nos los comemos? ¿Qué pasaría si fuera al revés? ¿Qué pasa en otros países?
-¿Por qué somos el único animal que disfruta viendo morir a otros animales (corridas de toros)?
-¿Por qué tienen que estar en los zoos los animales sin poder moverse bien? ¿No sería mejor poder verlos por la televisión o ir alguna vez de safari donde poder verles desde lejos cómo actúan?
-¿Por qué se prueban cosméticos o productos de limpieza en animales antes que en humanos? ¿No somos nosotros los que vamos a usar esos productos? ¿No hay otra manera de probarlos?
-¿Podríamos tener una convivencia pacífica entre animales y humanos?
Las sesiones estuvieron marcadas por el interés de algunas imágenes y porque dos de los asistentes, casualmente, se llevaron dos insectos disecados y nos cuestionamos si esos animales merecen morir para que nosotros podamos contemplarlos así.
Como último comentario que queremos hacer, pedimos disculpas por la poca aportación de recursos fotográficos en esta ocasión. Algunas sesiones se nos escapa el tiempo y apenas de tiempo a hacernos la foto de rigor, en otros momentos, los temas resultan ser tan interesantes que el tiempo vuela entre preguntas, cuestiones y reflexiones y los asistentes se van sin poder hacerles una foto.
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