¿Qué es?
Tal vez una de las cosas más difíciles que me he encontrado en todo mi recorrido como profesional de la educación es acercarme a las infancias que apenas hablan. Respetar sus ritmos, estimularles sin presionarles para que vayan empezando a dialogar y empezando a comunicarse.
Tengo la suerte de ser tio, y digo suerte porque puedo ver a las infancias de cerca en su evolución hacia la autonomía. Niño, huevo, perro, hueso y Niña, gato, agua, pato llegaron a mis manos porque el equipo de Wonder Ponder tuvieron a bien hacérmelo llegar. Yo no trabajo con los primeros años de la infancia, pero pensé que sería idea dárselo a mi cuñada, que está muy implicada en la estimulación cognitiva infantil y ver qué pasaba con mis sobrinos de 5 años y con mi sobrino de 2 años.
Los dos libros de cartón, cada uno de un color distinto, cada uno con 4 "simples" palabras, son un reto para cualquier peque que está empezando a hablar y a leer. Bueno, ¿para cualquiera? No sé yo...
A decir verdad, al principio no pasó mucho. Uno de mis sobrinos casi acababa de nacer y no era cuestión de impornerle que había que leerlo. Así que hubo un tiempo en el que estas dos pequeñas joyas quedaron aparcadas. Estuvo bien tener en cuenta que cada infancia tiene un ritmo y a mi sobrino pequeño le costó arrancar a hablar. Ahora ya no para. Será que le ha cogido el gusto.
Mi sobrino, el más pequeño, está en esa etapa en la que repite todo o casi todo lo que le dices y el grande... Bueno, el grande está en la etapa de disfrazarse de muchas cosas y ser policía, bombero, ladrón y hasta astronauta si le dejas. Entonces, yo pensé que me iba a centrar en el más pequeño.
¿De verdad sirve para algo?
Como mencioné antes, con el pequeño hubo que esperar, pero me consta que el libro estuvo rondando la casa de arriba a abajo, para comer estaba por ahí: "Mira ese niño como come" y mi sobrino comía como el niño; "Mira cómo come el perro ahora" y mi sobrino se reía. Así que el libro ha servido para que mi sobrino coma y se ría. Eso parece evidente.
Pero ahora llega el momento más glorioso. Mi sobrino empieza a hablar, como dije antes, como si le faltara tiempo para decir todo lo que tiene que decir y es ahora cuando ambos libros sirven para reforzar las palabras básicas, pero también los lugares, las posiciones, las ubicaciones y las relaciones entre objetos ¡Qué pasada!
Su madre: "¿Dónde está el niño?"
Mi sobrino: "Ahí"; "Arriba"; "Cerca del hueso"; "Al lado del pero"...
Esto es un no parar.
¿Y qué puedo hacer yo?
Ahora que mi sobrino era un máquina de la detección de personajes y de su relación entre ellos, decidí pasar a la siguiente fase con él. Nos sentamos él, yo y nuestro perro en el suelo y empecemos a describir las situaciones e íbamos imaginando qué estaba pasando.
Yo: "¿Qué le pasa al niño?"
Él: "Que tiene un perro, como tú"
Yo: "¿Y por qué no comen juntos en la mesa?"
Él: "Porque no quiere su mamá"...
Éxito notable
Lo que yo no me esperaba es que después de todo esto, ambos cuentos sirvieran para tantas otras cosas más. Cuando mi sobrino se cansó de mirar y leer se cosntruyó con los cuentos una casa. Acompañó los dos libros con un puzzle y le hizo un suelo. Ya tenemos otra historia montada, pero ahora física y material.
¿Y sabes para qué sirvió esto también? Para que su hermano, el grande. Que no nos había prestado atención hasta entonces viniera y nos acompañara. Pero claro él ya viene y nos lee las palabras, al principio lentas y nos aseguramos que son las palabras que dicen ser y luego jugamos a leerlas tan rápido como sea posible y quien no lee grita "¡Cambio!" y tan rápidos como el rayo se pasa de página para leer el orden de las palabras de otra manera.
Despues de tanto trajín, ahora me queda saber para qué no sirven ambos dos libros. Ellen sabe que los libros están haciendo tan bien su función que ahora ya van teniendo serios problemas de desgaste, pero qué libro bien disfrutado no le acaba pasando eso. Tal vez para la próxima vez haya que forrarlos bien.
¿Dónde lo encuentro?
Sencillo, aquí
¿Qué te parece a ti?
Si lo acabas usando, regalando o jugando con él, seas mamá, papá, tío, abulo o tío abuelo o sobrina nieta. Escríbenos y nos cuentas.
Pero por favor, no seáis tan sinceros como mi sobrino el grande. 😵
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