Como viene siendo habitual, en el primer Café Filosófico se realizó una introducción histórica de la actividad y sus implicaciones filosóficas con el mundo actual y con la filosofía aplicada en general.
Tras esto durante una hora y media desarrollamos un diálogo muy productivo y enriquecedor que incluyeron preguntas y reflexiones como estas:
-¿La reflexión tiene un objetivo, implica una búsqueda? ¿Para qué nos preguntamos? ¿Qué es la curiosidad? ¿Por qué la filosofía debe llegar tarde? ¿La filosofía nos lleva a la inacción? ¿Por qué pienso como pienso? ¿Para qué pienso como pienso?
La filosofía no impide la acción, nos ayuda a replantear los hechos en contraste con el pasado y la coherencia con la historia pero no te lleva al "quietismo".
La reflexión sin acción no sirve de nada. Debe ser parte de la acción.
La filosofía mediante sus herramientas conceptuales nos ayuda a ralentizar nuestro pensamiento, a abstraer ideas complejas y a repensar lo que a simple vista parece evidente.
Tras finalizar la sesión elegimos el tema del próximo Café Filosófico:
¿Se puede cambiar la sociedad con la Filosofía?
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